Finaliza el año y es hora de recordar todo lo acontecido en los
escenarios de Jazz de Aragón.
Los Festivales consiguieron llegar a buen término (excepto, no sabemos
porqué, el de Miralbueno). Casi todos con amplia participación de grupos aragoneses y nacionales, algunos con participación extranjera y en líneas generales con una gran calidad. Otros – como el de Fonz y Morillo – apostando abiertamente por el Swing bailable y la recuperada Estadilla – este año sin Jazz for Kids – . El Festival de Borja mantiene el nivel ascendente desde la dichosa pandemia y este año ha sido especialmente agradable para Juan Emilio Estil-les, de Planeta jazz de Huesca, y para mi, Daniel Zamora de Jazzaragón, por el
premio que nos concedieron por la difusión del Jazz aragonés. En la capital
continúa impasible Jazz al Margen con 29 ediciones y Dum Dum Jazz que junto a otras actividades musicales organiza el C.C. Universidad. Valga también la consolidación del Festival de Barbastro con sus tres ediciones y una continuidad asegurada (se baraja la posibilidad de otorgar unos premios para visibilizar más su Festival).Huesca es Jazz, Casetas, Binéfar, Castejón, Sabiñánigo, Graus´n Jazz, Jaca Club y Jazzetania, Monzón, Torrente de Cinca y Villanúa también parece que gozan de buena salud. Caso aparte merece Teruel, con un Festival del que es prácticamente imposible encontrar información – y mira que la busco … – y el desaparecido, casi antes de nacer, Festival del Bajo Aragón, con una edición solamente.Mención aparte merece la celebración del XL Festival de Jazz de Zaragoza que por importancia y presupuesto a conseguido cerrar una de las mejores ediciones desde que Jaime Borobia tomó las riendas.Y esta semana, sólo me ha llegado información de la actuación de Limpios Jazzeados en la Malteadora, el jueves.Y no es broma.